COMO ESTA LO DE LAS EMPRESAS DE ECONOMIA COLABORATIVA EN ESPAÑA

ECONOMIA COLABORATIVA EN ESPAÑA5LAS EMPRESAS DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA EN ESPAÑA

Os hablaré hoy un poco de como está lo de las empresas de economia colaborativa en la actualidad y, sobre todo, en España, aunque comentaré también como se hizo, de la nada, una de las más importantes a nivel internacional, AirBnB. Hace poco conocimos una encuesta de la CNMC que ponía de manifiesto las opiniones de quienes participan, de alguna forma, en la economía colaborativa, y más del alojamiento turístico y el transporte urbano,  y el alojamiento turístico, sectores donde la economía colaborativa está causando controversia y polémica.

El objetivo de la encuesta es trasladar al gobierno una serie de propuestas para “poner paz” en esta guerra. Pero, sepamos quienes son los sujetos más importantes de la economía colaborativa en España. Tengamos en cuenta que en esto intervienen las empresas, los consumidores, y la opinión de abogados y economistas es muy importante para saber qué hacer de cara a confluir la vieja y la nueva economía sin que pierda nadie.

ECONOMIA COLABORATIVA EN ESPAÑA4LAS LEYES QUE REGULAN LA ECONOMÍA COLABORATIVA ESTÁN OBSOLETAS

Parece cierto y hasta evidente que las leyes que regulan la economía colaborativa están, como mínimo anticuadas, por no decir que no existen. Y es importante también empezar a tomar en consideración a Sharing España, la asociación de empresas de consumo colaborativo creada en diciembre. Hay que tener en cuenta que el consumo colaborativo es también una salida laboral para muchos emprendedores. Ahora lo que hace falta es legislar convenientemente para que todos compitan en igualad de condiciones.

Sharing se ha reunido ya con los partidos políticos y les han comunicado lo que supone un nuevo modelo económico lleno de oportunidades tanto para nuevos emprendedores como para los consumidores. Jose Luís Zimmermann es el portavoz de Sharing España y pone de manifiesto que no se debe regular la economía colaborativa en conjunto, sino que habrá que hacerlo por sectores, pues se trata de un fenómeno transversal.

ECONOMIA COLABORATIVA EN ESPAÑA3¿POR QUE LAS QUEJAS DE LOS SECTORES DE LA ECONOMÍA TRADICIONAL?

Las quejas de los sectores tradicionales también se van acomodando y tomando “asiento” en la realidad. Por ejemplo, los taxistas ya no entienden a BlaBlaCar como un peligro, pues toleran que alguien comparta su coche siempre que no lo haga de forma reiterada y para conseguir un lucro. En este sentido, han dejado de arremeter contra las plataformas de ‘carpooling’ y se centran en denunciar a su verdadero “enemigo”: Uber.

En realidad lo que está ocurriendo es mucho más complejo de lo que solemos pensar. Las oportunidades de trabajo se están trasladando por completo al campo de los servicios, y dentro de estos, la economía colaborativa supone la oportunidad para miles y miles de emprendedores que no encontrarían ya, jamás, sitio en la industria o en el servicio público. La insdustria está cada vez más mecanizada y requiere de poca mano de obra y la función pública disminuye su volumen porque las administraciones públicas no pueden soportar un ejercito de funcionarios “para toda la vida”.

ECONOMIA COLABORATIVA EN ESPAÑA2LA SOLUCIÓN ES LIBERALIZAR

Hay que liberalizar, y la solución no es poner a la economía colaborativa las mismas normas que a la economía tradicional sino liberar a esta última de la legislación anticuada que la tiene presa y no le permite competir con nuevas iniciativas. Las cosas han cambiado y es el Estado y los políticos, como siempre, los que tienen que darse cuenta y dejar de actuar siempre detrás de los acontecimientos. La economía colaborativa ha llegado para quedarse. En los buscadores de empresas podemos encontrar cientos de ejemplos de empresas, como Optimissa, Airbnb, Bla Bla Car y muchas otras, que tienen algo en común: trabajan adelantándose a los tiempos.

Y en cuanto a Airbnb, un pequeño apunte. La compañía nació de la mano de Brian Chesky y Joe Gebbia para gestionar alojamiento de corto plazo. Comenzaron el proyecto en San Francisco en octubre de 2007. Resulta que Chesky y Gebbia no podían pagar el alquiler de su apartamento y transformaron la sala de estar en una habitación llena de colchones inflables para alojar invitados por una cuota. A este servicio le añadieron el desayuno, y de esta forma nació la idea de AirBnB y pudieron hacer frente a sus gastos.

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