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¿Puede un clásico eléctrico cambiar el rumbo del futuro?
RENAULT 4 E-TECH devuelve la nostalgia con voltios y sin concesiones
Estamos en 2025, en el corazón de Europa, donde los adoquines todavía crujen bajo los pies y los motores ya no huelen a gasolina. Renault 4 E-Tech suena como un oxímoron eléctrico, una paradoja con ruedas, un salto al pasado con batería de litio. Y sin embargo… aquí estoy, rodeado de pantallas, cables y esa silueta familiar que vuelve a la vida. No es solo un coche. Es un fantasma que ha aprendido a hablar en código binario.
El Renault 4 E-Tech no se limita a resucitar un icono. Lo reprograma. Lo electrifica. Y en ese renacimiento no hay lugar para la melancolía pasiva: hay una voluntad explícita de conquistar el futuro sin traicionar el alma.
Cuando los “blue jeans” se enchufan al siglo XXI
El viejo Renault 4 fue, según Pierre Dreyfus, un coche con espíritu de vaquero. “Blue jeans sobre ruedas”, decía, y no exageraba. Barato, robusto, democrático, más práctico que bonito y más libre que obediente. Era el coche de los estudiantes, de los abuelos, de los carteros y de los revolucionarios con pañuelo rojo.
Ahora, esa filosofía reaparece en una forma tan extraña como encantadora: un SUV compacto y eléctrico que no olvida su linaje. Jorge Da Cruz Martins, el ingeniero jefe del proyecto, se compró un Renault 4 de 1971 durante el desarrollo del nuevo. Dice que lo está restaurando y que pronto lo pondrá junto a su nieta eléctrica en el jardín. La imagen no puede ser más potente: el ayer y el mañana tomando el té bajo un cerezo.
“La historia se repite, pero ahora brilla con LED y navega con Google Maps.”
Una plataforma llamada AmpR y una filosofía sin frenos
El nuevo Renault 4 no se basa en adaptaciones improvisadas. Utiliza la plataforma AmpR Small, diseñada desde cero para ser eléctrica. Ampere, la división del grupo Renault especializada en vehículos eléctricos, no está jugando a rehacer el pasado. Está escribiendo su propio manifiesto.
Con más de 300 patentes aplicadas y una arquitectura llamada SWEET400, creada junto a Google, el coche logra lo imposible: es pequeño por fuera y enorme por dentro. Bajo el capó (que ya no tiene sentido decirlo así, pero seguimos haciéndolo) vive un motor de 150 CV y 400 km de autonomía. Todo esto sin traquetear ni despertar al vecindario.
“Es un coche que no pide permiso, pero tampoco hace ruido.”
Inteligencia artificial, pero con alma
El OpenR Link no es un cuadro de mandos. Es una pequeña nave espacial que ha aterrizado sobre el salpicadero. Y sí, lleva Google integrado. Pero lo verdaderamente insólito es Reno, el copiloto digital con ChatGPT-4o mini, que no solo responde, sino que pregunta, escucha, recuerda y hasta hace chistes (malos, por ahora).
¿Quién pensó que un Renault 4 acabaría teniendo un avatar con conciencia emergente? Quizá sea la evolución natural de una marca que siempre fue más libre que lógica. Hasta los colores hablan de ello: uno de ellos se llama “Vert Hauts-de-France”, un homenaje cromático al azul del primer modelo de 1961. Un guiño emocional que no se improvisa.
La luz es el nuevo cromo
Antes, el cromo era poder, prestigio y una excusa para pulir. Ahora, la luz lo sustituye con humildad y elegancia. El Renault 4 E-Tech será el primer Renault con logo iluminado legalmente permitido en Europa, y lo hace con una sonrisa vertical: faros LED que recuerdan a los redondos del pasado, pero sin nostalgia barata. El capó cuadrado, las puertas con pliegues reconocibles… todo tiene aroma a memoria, pero con textura de futuro.
Stefano Bolis lo dice sin rodeos: «La luz es el nuevo cromo». Y, aunque parezca una frase de diseñador de perfumes, encierra toda una filosofía estética. La belleza ya no reluce. Se enciende.
Ampere, la ambición europea disfrazada de humildad
En 2023, Renault lanza oficialmente Ampere con una misión clara: ser el único “jugador puro” europeo de vehículos eléctricos y software. Nada de híbridos, nada de medias tintas. Solo electricidad, datos y diseño. ¿El objetivo? Lograr la paridad de precios con los coches de combustión para 2027.
¿IPO? Cancelada. ¿Financiación? Interna. Quieren ir rápido. Muy rápido. Tras el Renault 5 y este Renault 4, llegará un Twingo eléctrico por menos de €20.000. Y aún quedan dos modelos más en la chistera antes de 2030.
Fuego, agua y humanidad
Uno pensaría que los franceses no se preocupan por incendios. Pero en Renault no se andan con metáforas: desarrollaron un sistema llamado Fireman Access que permite apagar incendios de baterías eléctricas en menos de 10 minutos. Y liberaron la patente para todo el sector.
Esto no es altruismo. Es humanismo con voltios. Renault no quiere que sus competidores fracasen. Quiere que nadie muera por un coche que no pudieron apagar a tiempo. A veces, la innovación también tiene cara de bombero.
“Cuando se trata de seguridad, no hay competencia. Solo humanidad.”
(Luca de Meo, CEO de Renault Group)
El retrofuturismo no es estética, es estrategia
Hay quien dice que lo retro-futurista es una moda. Pero no. Es un anzuelo. Un truco emocional. Un atajo al corazón del consumidor que aún desconfía del silencio de los coches eléctricos. Porque nadie teme al futuro si se parece a su infancia.
Y ese es el secreto del Renault 4 E-Tech. Parece una caricatura amable del pasado, pero es un bólido del presente. Cada línea evoca la historia, pero cada LED ilumina lo que viene. Es un acto de seducción visual perfectamente medido.
600 formas de decir “yo”
El Renault 4 original era un coche para todos, pero no un coche cualquiera. Era adaptable. Transformable. El nuevo no se queda atrás: más de 600 combinaciones posibles, desde techos de lona hasta llantas, acabados, colores y accesorios. Incluso la funcionalidad se mantiene: 420 litros de maletero y una cabina que parece pensada por Marie Kondo.
Porque sí, incluso los nostálgicos quieren espacio para llevar la bici, el perro y la compra.
El pasado no muere, se recarga
El Renault 4 E-Tech no es un coche. Es una metáfora. Una declaración de principios. Una obra de ingeniería que abraza la historia sin miedo a reescribirla. En un mercado europeo dominado por cifras chinas, algoritmos alemanes y políticas sin alma, este coche planta cara con una sonrisa de faros redondos y una carcasa que late.
No se trata solo de competir. Se trata de conectar. Con el pasado. Con la memoria. Con el futuro que viene, inevitablemente eléctrico y posiblemente más humano.
“El futuro no siempre es nuevo. A veces tiene forma de recuerdo eléctrico.”
“El que no recuerda el pasado, está condenado a reinventarlo mal.”
(Adaptación libre de George Santayana)
“No hay caminos nuevos sin mapas antiguos.”
(Proverbio europeo)
El Renault 4 E-Tech es la infancia de alguien rediseñada para sobrevivir al mañana
Cada kilómetro eléctrico que recorre está hecho de memoria y de deseo
¿Y tú? ¿Estás listo para volver al futuro… con una sonrisa y sin gasolina?