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El universo retro futurista de Squad Eyewear conquista España ¿Puede el mercado de gafas al por mayor ser una obra de arte?
Estamos en pleno verano de 2025 en Madrid, y mientras el sol cae oblicuo sobre las calles de Getafe, pienso en cómo cuando busco gafas al por mayor España es porque han dejado de ser un simple negocio para convertirse en un auténtico laboratorio de estilo y tecnología. Basta entrar en el universo de Squad Eyewear para darse cuenta de que aquí no se trata solo de vender monturas: es una coreografía calculada entre tradición artesanal, diseño atrevido y estrategias digitales que conectan con ópticas desde la Costa Brava hasta Cádiz. En este mercado, donde el pasado se viste con acetato grueso de los años 70 y el futuro se proyecta en pantallas inteligentes incrustadas en las patillas, cada par cuenta una historia que podría empezar en un taller centenario y terminar en la mirada curiosa de un adolescente que descubre la moda retro por primera vez.
Lo fascinante del mercado de gafas al por mayor en España es su capacidad para reinventarse sin perder el alma. Entre fabricantes veteranos que han perfeccionado el arte de las bisagras metálicas durante décadas y nuevas startups que integran inteligencia artificial en lentes personalizadas, se ha tejido un ecosistema único que seduce tanto a ópticos clásicos como a emprendedores digitales. No es exagerado decir que aquí conviven el romanticismo del pasado y el vértigo del futuro, y que cada montura, ya sea un cat-eye setentero o una gafa modular de última generación, es un puente entre dos mundos que, lejos de competir, parecen necesitarse mutuamente para existir.
Desde Getafe, Madrid, Autoservicioptico S.L. ha logrado lo que pocos se atreven: plantarle cara a gigantes internacionales sin renunciar a la proximidad de la mirada directa, esa que solo se da en la óptica de barrio. Con su marca Squad, ofrecen más de 250 modelos y seis colores por modelo, un catálogo que suena más a boutique parisina que a almacén mayorista. Han sabido abrazar tanto la calidez de la venta personal como la eficacia digital, desplegando sus colecciones en su web oficial y en plataformas globales como Faire.
«No es moda, es memoria convertida en presente», me dijo una vez un óptico de Valencia mientras me enseñaba un lote de monturas años 80 recién llegadas. Y no exageraba.
el renacimiento vintage que no entiende de modas pasajeras
Hace tiempo que la estética retro dejó de ser una simple tendencia para convertirse en un manifiesto visual. Las gafas vintage no se compran solo para verse bien, se compran para sentir. Desde las aviador cincuenteras de American Optical hasta las piezas sin estrenar de Retro Gafa, fabricadas en la España de los 60 y 80, lo que hay detrás es respeto por la manufactura. Y ahora, los veinteañeros que crecieron rodeados de pantallas redescubren el placer de unas monturas oversize metálicas o un acetato grueso que podría sobrevivir a una mudanza de tres pisos sin un rasguño.
Lo fascinante es la naturalidad con la que conviven pasado y futuro. He visto adolescentes combinando gafas setenteras con gafas inteligentes, como si fuesen dos capas distintas del mismo accesorio. El vintage ya no es un refugio nostálgico: es un punto de partida para imaginar lo que vendrá.
un ecosistema español en plena ebullición
Los números hablan de un sector sólido: 2.925 millones de euros facturados en 2024 y un crecimiento anual del 3,5%. Pero lo interesante no son solo las cifras, sino las dinámicas. El mayorista tradicional, como Euro Optics o Baloby, convive con empresas jóvenes que desafían el manual del negocio óptico. El caso de Proóptica, con su modelo “Full Eyewear Concept” que une gafas, lentes, accesorios y arquitectura, es la prueba de que la especialización ya no es suficiente; ahora se necesita una visión completa.
«La tradición solo sobrevive si aprende a bailar con el futuro», decía un viejo óptico madrileño que siempre llevaba monturas redondas al estilo Lennon.
la tecnología que ya nos mira desde el mañana
Lo que antes era ciencia ficción hoy cuelga de los escaparates. Las Ray-Ban Meta, con vídeo 3K y funciones de inteligencia artificial, ya están en España. Y más allá de las marcas globales, España empieza a escribir su propio capítulo: IOT, spin-off de la Universidad Complutense, ha creado lentes personalizadas con datos biométricos de más de 70.000 personas. No es solo tecnología; es óptica de autor en clave digital.
Imagino un futuro donde las gafas te traduzcan en tiempo real, te cobren el café y te avisen de que olvidaste apagar el horno… todo mientras mantienen el aire seductor de unas monturas vintage.
cuando el futuro también es verde
En un mundo donde lo rápido y barato parece dominar, ver a marcas como Nina Mûr invertir 40 horas de trabajo manual por par de gafas es casi un acto poético. Usan madera de abedul de bosques replantados y el 85% del proceso es artesanal. GreyHounders convierte plástico reciclado en gafas asequibles, mientras Parafina ha evitado que millones de botellas PET terminen en vertederos o mares. Euro Optics incluso recolecta material del océano para fabricar lentes. Aquí, el reto no es solo mirar mejor, sino mirar con conciencia.
el relevo generacional que redefine el sector
Con una edad media de 41 años y la jubilación de muchos ópticos de la generación boomer, el sector vive una transformación demográfica. El 68% son mujeres, y nuevas startups como FLiPO Eyewear apuestan por gafas modulares 100% personalizables. Es un cambio que no solo afecta a quién atiende detrás del mostrador, sino a cómo entendemos el producto y la experiencia de compra.
horizonte 2025 y más allá
Las tendencias hablan de minimalismo técnico, colores vivos y personalización radical. La posible inclusión de gafas y lentillas en la Seguridad Social sería un antes y un después en el acceso visual. Y si añadimos las gafas auditivas o los pagos integrados, estamos ante un accesorio que dejará de ser un objeto pasivo para convertirse en un asistente personal permanente.
Desde mi escritorio, rodeado de lentes antiguas y prototipos futuristas, no puedo evitar pensar que el mercado español de gafas al por mayor es un espejo de nuestra propia evolución: un lugar donde tradición y modernidad se encuentran para crear algo que ni el pasado ni el futuro podrían lograr por separado.
La pregunta es si sabremos mantener este delicado equilibrio entre lo que fuimos y lo que podemos ser. Porque, como me dijo un artesano de monturas de Zaragoza mientras ajustaba unas bisagras de titanio: «En este oficio, lo importante no es ver el futuro, sino construirlo con la paciencia del pasado».