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MUNDOS VIRTUALES PARA ADULTOS: PLANETA SANSAR.
Es 2017 y se prepara ya la tercera vida de Second Life, realmente virtual y de nombre Sansar. La plataforma se configura para albergar múltiples espacios y para efectuar diferentes actividades, como lo es jugar, dar clases o bien y sencillamente, socializar. Sansar anima a los usuarios a interaccionar con el resto y a edificar sus experiencias. Teóricamente, se puede hacer cualquier cosa en la realidad virtual. Gentes vestidos de alienígenas en la popa de un navío flotante…
En el planeta de Sansar, con los cascos Oculus Rift y HTC Vive y, de forma menos envolvente, en el ordenador revivimos el virtual Second Life, lanzado en dos mil tres, que llegó a un millón de usuarios mensuales, pero que decayó y mucho después. En dos mil dieciséis se vendían más de un par de millones de cascos. Muy poco en comparación con los múltiples cientos y cientos de millones de móviles inteligentes de cada trimestre.
Sansar es un modelo de negocio diferente a Second Life, basado primordialmente en las cuotas mensuales de suscripción del alquiler de parcelas de terrenos virtuales. Semejantes terrenos son considerablemente más asequibles en Sansar. Se pretende conseguir dinero con la venta de objetos virtuales como pueda ser ropa y muebles para avatares. Pero Second Life tiene siempre un problema, y es que por buenísima que sea la tecnología, sencillamente se vuelve hastiada con el tiempo.
MUNDOS VIRTUALES PARA ADULTOS – Veinticinco años han pasado del estreno de la peli “El cortador de césped”. En ella ya se predecía que la realidad virtual y el cibersexo se fundirían. Hoy ya se han popularizado dispositivos como las Oculus Gear VR de Samsung. Se ha abierto el camino a esta comunión entre tecnología y sexo.
En la segunda edición de EsRealidadVirtual en Madrid, celebrada en el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital, profesionales de áreas como la publicidad, diseño gráfico, la psicología y la sexología abordan en 2017 los diferentes usos que se le puede dar a la RV.
A mi,que tengo mucha imaginación, se me ocurren algunas cosas, así, ya para empezar. Por ejemplo, te pones las gafas, los cascos y a buscar chicas escort en http://geisha.academy/lima/. De Perú, Venezuela (horror, he dicho Venezuela, yo también…) Colombia, Estados Unidos…
O puestos a rizar el rizo te pones las gafas, te crees que eres Luis Miguel y pasas una tarde de sexo virtual desenfrenado con su novia novia, la escort Mizaki. Así se llama la chica con la que el nuevo y renacido Luis Miguel se deja ver últimamente, insistiendo a los paparazzi para ser fotografiado. Últimamente se le ha visto por Los Ángeles, California. ¿Pero no tenía una orden de busca y captura?
Mucho antes de que la pornografía fuera tan extensa, estuvimos expuestos a la cultura pop. Y nos han quedado cicatrices profundas de ello. De aquello se modificó nuestro sensor de gentes que nos gustan y nuestros escenarios eróticos. Algunas personas pueden descubrir que están más expuestas que otras a la pornografía, y eso sucede debido a la curiosidad o apertura existente en la actualidad.
Si nos aproximamos a la pornografía sin un interés concreto o sin estar cerrados a un género particular, la exposición recurrente bastará para transformarnos. Dice un amigo mío que se siente muy incómodo, por poner un ejemplo, con ese porno que expone a personajes de la infancia en protagonistas. Se refiere a esas películas como Blancanieves y los enanitos folladores, Caperucita la putita, o Pollicientas. ¿Que me las he inventado? ¿Estás seguro? Busca en google a ver…
Ni el porno es inocuo ni su impacto en nuestra vida sexual es todo positivo. Entre Pinto y Valdemoro hay un término medio que ese si es que el vale. Hay que ser centrados. Yo no creo a esos que dicen que la pornografía tiene un impacto negativo en la imaginación y la conciencia sexual de los jóvenes. Puestos a valorar valores, creo que el sexo ha de estar presente sin vergüenzas, ni tabúes, más incluso como un arte, a ser posible, como la cocina, la música…
Realmente si uno o una sabe desprenderse de intoxicaciones religiosas, entra en el mundo real, en el que la naturaleza nos ha dado, y se siente libre.
La pornografía puede incluso ser educativa, pero normalmente es producto de la fantasía. Se consume en una cultura en la que la educación sexual es mínima e inexacta. Para muchos padres, todavía y en pleno siglo XXI (si lees esto en el XXII recuerda como éramos) hablar de sexo a los hijos es una tarea vergonzosa. En los colegios se enseña religión pero apenas se educa sexualmente. En la cultura popular se fomenta una dicotomía confusa de virgen/prostituta y eso incita a la exploración sexual, y sataniza la “promiscuidad”.
Posturas sexuales, erotismo, juegos, son los temas que toca una famosa sexóloga en “El Decálogo del buen amante” y en su blog “Belelu”. Os recomiendo su lectura así como su programa en el canal Chilevisión.
Y por último, también, para una sexualidad satisfactoria en la pareja, estar atentos a los deseos sexuales del otro, confesar las fantasías sexuales y probar el sexo salvaje. No son mis consejos en realidad, sino los de Florencia Garay, pero los hago propios.
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